Juan Pablo II fue el Papa fundador de esta Iglesia Diocesana y quien elige su primer obispo:

Isaías Duarte Cancino
(18 de junio de 1988 – 23 de septiembre de 1995)
Fundamentos de una Diócesis

La mañana del 18 de junio de 1988 sorprendió a los habitantes de la Cuna de la Raza Paisa, Santa Fe de Antioquia, quienes escuchaban extrañados el repique de campanas de los templos católicos, que era esparcido por la brisa del Tonusco desde las montañas donde nace, hasta el Cauca donde desemboca; para llevar la noticia que corría de boca en boca, y que iba cambiando la sorpresa en regocijo y orgullo: a la Iglesia Madre por fin, en su ancianidad se le hacía justicia, y era elevada a la categoría de Arquidiócesis, y su Catedral Diocesana a Metropolitana y su meritorio Obispo Eladio Acosta Arteaga, gestor generoso de todo esto, a Arzobispo.

Y con esta noticia, se conocía que la anciana diócesis en su vejez volvía a parir, y daba a luz la hija esperada, planeada y querida, la Diócesis de Apartadó era una esperanza para la Iglesia que peregrinaba y peregrina en el Darién y el Urabá, planicie que es acompañada y vigilada por Los Andes y su biodiversidad desde la Serranía del Abibe, con todas sus riquezas humanas y materiales.

El 15 de agosto de 1988 no fue un día cualquiera para el llamado Urabá antioqueño y chocoano, según la bula Quo Aptius que crea la Diócesis de Apartadó el 18 de junio del mismo año, es un día de júbilo Católico, premonitorio de todo lo que sería en el futuro la iglesia diocesana en el territorio. Como proféticas fueron las palabras de Monseñor Isaías, escritas con su puño y letra en el folio 2 del libro de decretos y nombramientos de la Diócesis de Apartadó, ese 16 de agosto, y concluían dichas palabras, para que la vida de nuestra Diócesis «transite por caminos de santidad, de justicia, de amor y de paz», todo esto, como las promesas de la Sagrada Escritura, se ha ido concretando en realidad o esperanza.

Para diciembre de ese primer año diocesano, ya estaba organizada la Curia Episcopal con sus delegados, y lo fundamental para funcionar como Diócesis.

El 23 de Septiembre de 1995 Monseñor se posesiona como Arzobispo de Cali.

Tulio Duque Gutiérrez
(23 de septiembre de 1995 – 18 de marzo de 1996 – 21 de septiembre de 2001)
Una Diócesis líder en educación y con Parroquia Catedral

Llegó a la Diócesis como Administrador Apostólico y luego ratificado como su obispo.

Con su sencillez, acento paisa y tranquilidad de buen hombre, abrió la Casa Episcopal al clero, allí ningún sacerdote era extraño, se preocupaba para que cada uno encontrara en ella y su despensa lo que le gustaba.

Amplió los contratos de educación con la gobernación, fortaleció los colegios diocesanos que había creado Monseñor Isaías y fundó el Colegio Diocesano de San Pedro de Urabá.

Identificó como una necesidad crear a la Catedral como Parroquia para darle vida e identidad, es así como parte de la celebración de los 10 años de la Diócesis, el 18 de agosto de 1998 con el Decreto 212, crea la Parroquia Catedral Nuestra Señora del Carmen, que en estos últimos años ha tomado el nombre de Santa María de la Antigua del Darién.

El 21 de septiembre de 2001, Monseñor Tulio se posesiona como Obispo de Pereira.

Héctor Salah Zuleta
(21 de septiembre de 2001- 27 de abril de 2002)
La cercanía retadora

Fueron 7 meses como Administrador Apostólico, en los cuales dirigió los retiros al clero, se preocupó por la formación y santificación del mismo. Con un lenguaje sencillo y lleno de caridad contribuyó a mantener el rumbo de la Diócesis para entregarla a Monseñor Germán.

El 16 de marzo de 2002 es asesinado en Cali Monseñor Isaías Duarte Cancino, primer Obispo de la Diócesis.

Germán García Isaza
(27 de abril de 2002 – 11 de octubre 2006)
Un ministerio entregado a los pobres con testimonio de vida sacerdotal y olor a santidad

De figura menuda, con grandeza de espíritu, por donde pasaba iba dejando enseñanzas, con dichos y palabras sencillas, de él aprendimos que cada loro debe estar en su estaca, y que la procesión se hace con los santos que se tienen.

Su manera de ser directa y hacer entender lo que él consideraba la voluntad de Dios, incomodaba a muchos, pero él lo decía cuando el sol sale la luna y las estrellas se ocultan.

Definió tres cosas como prioridad para la Diócesis: proceso de evangelización, el presente y futuro clero, la actual y la futura organización económica de la Diócesis y los sacerdotes.

El 2 de abril de 2005 Muere Juan Pablo II, y se vive la elección del Papa Benedicto XVI, el 19 de abril de 2005.

Después de haber combatido con una larga enfermedad, Monseñor German muere en Medellín el 11 de octubre de 2006 y es sepultado en la Catedral de Apartadó.

Gonzalo Rivera Gómez
(17 de octubre de 2006 – 3 de julio de 2007)
El dar que produce felicidad

Después de la muerte de Monseñor Germán, el Papá tiene a bien nombrar a Monseñor Gonzalo Administrador Apostólico. En estos 9 meses recorrió casi todas las parroquias de la Diócesis visitando a los sacerdotes, repartiendo regalos y comida a los que consideraba más necesitados, cada vez que daba se le dibujaba la satisfacción del deber cumplido en su rostro.

Luis Adriano Piedrahita Sandoval
(3 de julio de 2007 – 9 de octubre de 2014)
Visitas pastorales llenas de celo

Monseñor Luis Adriano preparó y realizó las visitas pastorales a todas las parroquias de la Diócesis con gran celo pastoral, visitando los más lejanos rincones de la misma y compartiendo con los sacerdotes en su propio territorio.

Su amor a la Iglesia era evidente y lo llevó a pensar incluso en su renuncia para no ser un obstáculo en el plan de Dios, gesto que recuerda a San José que prefiere alejarse por no entender. Emprendió la aventura de construir las instalaciones de la Curia Diocesana, obra que llevó a término, al igual que la remodelación de la Casa Episcopal.

El 28 de febrero de 2013 se hace efectiva la renuncia de Benedicto XVI, anunciada el 11 del mismo mes. El 13 de marzo es nombrado el Papa Francisco.

El 9 de octubre de 2014, Monseñor Luis Adriano se posesiona como Obispo de Santa Marta. Y el Papa nombra Administrador Apostólico a Monseñor:

Hugo Alberto Torres Marín
(9 de octubre de 2014 – 29 de septiembre de 2015 – 23 de marzo de 2023)
El migrante entre los migrantes para dignificarlos

Es verdad que todos los seres humanos van de camino, pero algunos no son conscientes todavía. Monseñor Hugo Alberto descubrió y alimentó su sensibilidad por todo lo social en esta doble región, pero fue con los migrantes que dio ejemplo de que el sacerdote es para ofrecerse en sacrificio, con los sacrificados por la sociedad para redimirlos y levantarlos en su dignidad de Hijos de Dios.

Es recordado como la única autoridad, en todos los ámbitos, que le dio cara al fatídico paro armado de 2022, y él con valentía e inteligencia, después de un análisis, con la autoridad del Pastor levanta el paro diciendo, “mañana, todos a trabajar”, y todos obedecieron.

Trabajó y consolidó el Plan de Pastoral Diocesano y las Asambleas anuales para revisarlo e impulsarlo. Cercano con todos y con un alto don de escucha dio impulso a las comunicaciones en la Diócesis.

Leónidas Moreno Gallego
(28 de marzo de 2023)
Un trabajo continúo por lo social

En un hecho histórico para la Diócesis por ser el primer Administrador Diocesano, el 28 de marzo de 2023 es elegido el Padre Leónidas Moreno Gallego para desempeñar dicha responsabilidad, y se compromete a hacerlo de manera sinodal con los padres consultores. En estos 3 meses ha realizado los ajustes necesarios para el bien de las comunidades y de los sacerdotes.

La vida consagrada

En estos 35 años la vida consagrada ha jugado un papel preponderante en la historia de la Diócesis, estaban presentes como otras realidades eclesiásticas desde mucho antes del 1988. Su labor se ve desde que se ingresa a la Diócesis por cualquiera de sus fronteras terrestres o acuáticas, en la periferia siempre hay una o un consagrado anunciando la Buena Nueva.

En la actualidad la Diócesis cuenta con 19 casas de religiosas y religiosos inmersas en todo el territorio diocesano dando testimonio de amor cristiano.

Los fieles laicos

Cuando en otras latitudes eclesiales se luchaba por vivir el protagonismo de los laicos que impulsa el Concilio Vaticano II, en este territorio diocesano crecía espontáneamente como es espontánea y alegre la manera de ser de los habitantes de esta comarca habitada por un poliedro cultural y social.

Son los fieles laicos los que contribuyen grandemente a dinamizar la vida diocesana, son acogedores, misericordiosos y a la vez exigentes de una vida autentica en Jesucristo.

Importancia y futuro de la Diócesis

En este territorio se creó la primera ciudad y Diócesis en tierra firme del continente americano.

Lo más importante son sus habitantes donde confluyen diferentes etnias indígenas, mestizos, afros y extranjeros de los diferentes continentes.

Es la única parte del mundo donde se puede hacer un canal interoceánico sin necesidad de esclusas.

Están proyectados dos puertos marítimos alimentados con modernas vías de acceso y se planea un ferrocarril.

El biotipo del habitante del Darién y el Urabá da para ser deportistas de alto rendimiento con más facilidad que otros habitantes de la tierra.

Es la puerta de salida hacia el centro de América. Todo esto hace de nuestra Diócesis un polo de desarrollo y de interés para casi todos los grupos que buscan el progreso, el poder o la resignificación.

El clero

No se puede pasar por alto a todos los sacerdotes que han desarrollado parte de su ministerio en la Diócesis, dejando su aporte y semilla para seguir construyendo el reino de Dios. Algunos de ellos ya están en la casa del padre y son:

  1. Aníbal Gallego Cuervo
  2. Luis Ángel Gutiérrez Ochoa
  3. Gerardo Vargas
  4. Luis Alberto Lopera
  5. Carlos Eduardo Zapata
  6. Alcides Fernández Gómez
  7. Bernardo Moreno Gallego
  8. Agustín Gil Cañaveral
  9. Álvaro García
  10. Fabián Urrego Rodríguez
  11. José Heriberto Zapata Durango
  12. Urbano Enrique Ortega Ospino
  13. Carlos Mario Rivera
  14. Gualberto Antonio Oviedo Arrieta
  15. Luis Eduardo Urrego Angarita
  16. Román González  Zapata
  17. Javier Montoya Zuluaga
  18. Hugo Sierra
  19. Neftalí Bedoya
  20. José Ángel Chaverra
  21. Gerardo Norberto Arango Echeverri
  22. Germán González Silva
  23. Fredy García Jaramillo
  24. Carlos Arturo Hernández Ramírez
  25. Alberto García Isaza
  26. Francisco Miguel Portillo Reyes
  27. Libardo Manco Manco
  28. Luis Alberto Domicó Domicó
  29. Ernesto Marín
  30. Víctor López Castro
  31. Joaquín Emilio Alcaraz David
  32. Enrique Gil
  33. José Bernardo Domínguez Gómez.

Y los Obispos

  • Isaías Duarte Cancino
  • Germán García Isaza
  • Gonzalo de Jesús Rivera Gómez
  • José de Jesús Pimiento
  • Luis Adriano Piedrahita Sandoval
  • Hugo Alberto Torres Marín

Hoy 35 años después, sin dejar de reconocer que ha habido momentos tristes y oscuros, las palabras del primer Obispo de Apartadó Isaías, el grande, que se han mencionado anteriormente, son un derrotero a seguir, un norte que orienta y hemos visto cómo la vida de nuestra querida Diócesis de Apartadó sí ha transitado por caminos de santidad, por el testimonio de hombres y mujeres fieles que han entregado su vida al servicio del Evangelio viendo en el hermano, sin importar sus rasgos y caracterización, otro Jesucristo. Lo que ha conllevado a buscar los senderos de la justicia para producir el conjunto de todos los bienes que es la paz que procede de Dios como un regalo, que se debe construir entre todos, teniendo como base fundamental el amor que debe identificar a los discípulos del Señor.

 

Podíamos construir como Diócesis un Magníficat propio, y con participación de todos los habitantes del Urabá Darién porque el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.