Reacción de la CEF y de Holy Games (Juegos Santos)
a propósito de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos
En preparación de los Juegos de París, el proyecto Holy Games (Juegos Santos) ha
movilizado, desde hace casi tres años, a muchos católicos que se reúnen para
compartir el fervor deportivo y popular en torno a los Juegos de París, este magnífico
evento organizado por nuestro país.
La semana pasada tuvimos la alegría de organizar la Misa de apertura de las
competencias olímpicas, en presencia de numerosas personalidades religiosas,
políticas y deportivas.
Creemos que los valores y principios expresados y difundidos por el deporte y las
Olimpiadas, responden a la necesidad de unidad y fraternidad que tiene nuestro
mundo, en el respeto a las propias convicciones, en torno al deporte que nos une y
con miras a la promoción de la paz de las naciones y de los corazones.
La ceremonia de apertura propuesta anoche por el COJOP [Comité Organizador de
los Juegos Olímpicos y Paralímpicos] ofreció al mundo entero inolvidables
momentos de belleza y alegría, cargados de emociones y mundialmente elogiados.
Lamentablemente, esta ceremonia incluyó escenas de escarnio y burla del
cristianismo, que deploramos profundamente.
Agradecemos a los miembros de otras religiones que han expresado su solidaridad
con nosotros. En esta mañana pensamos en todos los cristianos, de todos los
continentes, que se han sentido heridos a causa de estas desproporcionadas y
provocadoras escenas. Deseamos que se tenga en cuenta que la celebración olímpica
va mucho más allá de los prejuicios ideológicos de unos pocos artistas.
El deporte es una maravillosa actividad humana que alegra profundamente los
corazones de los deportistas y de los espectadores.
Las Olimpiadas son un movimiento al servicio de la unidad y la hermandad humana.
¡Anhelamos que estas competencias olímpicas traigan verdad, consuelo y alegría!
1/1
[Fuente: @Eglisecatho en X – Cuenta oficial autenticada de la Conferencia de
Obispos de Francia (consultada el 27 de julio de 2024). Traducción propia de
la Conferencia Episcopal de Colombia].